Los usos y las ventajas de los apiladores manuales

apiladores

Los apiladores tienen una historia muy interesante, ya que allá por la revolución industrial a finales del siglo XIX se tenía la necesidad de un equipamiento específico para manejar con seguridad las mercancías pesadas.

Así que en 1887 se inventó un soporte básico con palés para levantar manualmente las paletas del suelo. Sin embargo, esta paleta no podía mover las mercancías de un lugar a otro.

Un poco de historia sobre los apiladores industriales

A pesar de que un nuevo modelo fue fabricado en 1909 para transportar mercancías, los apiladores que conocemos hoy en día tuvieron su diseño moderno en la década de 1920. A partir de entonces, hubo un cambio en la historia industrial porque:

El apilador se convirtió en una herramienta más frecuente

Se volvieron rápidamente populares ya que significó una mayor eficiencia en el lugar de trabajo y en las fábricas.

Durante ese tiempo, los apiladores fueron uno de los equipos para movilizar objetos y materiales más usados en la industria porque estos podían transportar fácilmente las mercancías más pequeñas y más grandes de un lugar a otro y porque en la actualidad puedes ordenar en una pila las mercancías, colocando una en la parte superior de otra.

Es por eso que los apiladores son instrumentos eficaces para el traslado de diversos materiales pesados y que pueden usarse en las plantas de fabricación, tiendas especializadas y al por menor, instalaciones de almacenamiento, supermercados y otros negocios.

Categorías de apiladores

Normalmente, los apiladores se dividen en dos categorías: primeramente, los apiladores manuales son los más conocidos, ya que estos tienen la enorme ventaja de que son baratos, no son muy sofisticados y dependen de un operario para su movimiento gracias a un mecanismo de control de la dirección.

Estos resultan muy útiles cuando quieres almacenar a nivel del suelo o cuando tienes que elevar pilas relativamente pequeñas de mercancía.

En la segunda categoría encontramos los apiladores eléctricos o propulsados, pudiendo estos soportar más peso que los manuales y requiriendo de un operario con experiencia. Si se trata de un gran almacén en el que se apilan múltiples paletas entonces esta es una opción lógica.

Además, estos apiladores eléctricos vienen con balanzas situadas en el carro de plataforma y te muestran el peso de la paleta, pudiendo incorporar una impresora que se conecte a la toma del pallet para imprimir el peso y otras especificaciones.

Los apiladores en general te permiten trabajar de manera más segura sin el riesgo de sufrir lesiones y otros percances, también todo el embalaje y montaje se hará de una manera más segura y organizada.

Los apiladores manuales son por sus características y precios, los más demandados y se mueven bien a través de distancias cortas. Por ejemplo, si tienes un pequeño taller o un negocio de fabricación pequeño con un almacén este tipo de apilador es el ideal para ti y tus necesidades.

Un apilador eléctrico requiere de al menos un carro plataforma, un almacén más espacioso y tener varios gatos hidráulicos en una plataforma. De modo que los apiladores son elementos indispensables al día de hoy, porque ganas en movilidad, tiempo e inversión.