Prestamos, inversiones y otros conceptos

El actual zarandeo de los mercados financieros, una espiral sin parada y que no deja escapar ni los EE.UU. ni el mes de agosto, hace que #los medios hablen de los «mercados» continuamente. Te los imaginas dirigidos por unos paios con barriga y arrugas al frente y que siempre hacen morros. Se nos dice que nos atacan y que nos hunden, que nunca tienen bastante. Se hace balance de los daños y entre los heridos hay la bolsa, la deuda soberana de los estados y la prima de riesgo, el concepto estrella que ha acontecido casi la canción del verano. Por ese motivo cada vez cuesta más que otorguen prestamos sin nómina en cualquier banco.

Para entender mínimamente el que pasa, hay seis claves imprescindibles:

1. Mercados de la deuda. Los estados acostumbran a gastar más del que pueden gastar, a pesar de que esto no quiere decir que no paguen. Saben que si algún día son morosos nadie querrá hacer tratos. Por eso no tienen más remedio que pedir dinero a aquellos que tienen. Podrían pedirlos a sus ciudadanos, pero temen que no se los crean, y sólo lo hacen de vez en cuando. El más frecuente es que vayan a los mercados de la deuda, que quiere decir «abrir las puertas a cualquier que venga con dinero»: la China ha sido los últimos años uno de este grandes acreedores, y a estas alturas ya tiene los Estados Unidos contra las cuerdas. Cuando los estados piden dinero, se comprometen a devolverlos con intereses. El mercado de la deuda es de renta fija, el que quiere decir que el interés que se acuerde no fluctuará y es el que se pagará sí o sí, cosa que lo hace mucho goloso para los compradores.

2. Inversores y fondos. Los compradores de este mercado hacen ir cifras astronómicas y suelen representar el que se denominan «fondo». Los más importantes son los fondos de inversión, que a estas alturas operan con 18 billones de euros de inversores. También hay los productos fundes de pensiones, que se calcula que concentran 14 billones de euros. Los fondos soberanos son los de los estados de países con abundantes materias primeras o con superávit fiscal. Pero los que crean más inestabilidad son los fondos de alto riesgo, unos 1,5 billones de euros actualmente. Hay otros inversores, como el Banco Central Europeo –esta semana ha provocado un descalabro por las declaraciones de Jean-Claude Trichet–, que ha empezado a comprar deuda de países europeos por valor de 75.000 millones de euros para intentar mantener los precios en un nivel razonable. Si quieres saber en todo momento las inversiones más rentables te aconsejamos invertir en capital privado.

3. Tesoro. El Tesoro es un organismo que depende del ministerio de Economía y que hace las emisiones de deuda del estado. Este jueves, el del Estado español, encargado de la parada de España a los mercados, colgó un cartel ofreciendo bonos por valor de 3.500 millones de euros y consiguió vender por 3.311 millones. Tendrá que volver 2.200 millones de aquí a tres años, con un interés del 4,8%, y 1.111 millones de aquí a cuatro años, con un interés del 4,9%.

4. Bonos, letras y obligaciones: las diferencias. Bonos y obligaciones son los activos que emite el Tesoro para obtener financiación por el Estado a largo plazo. Las letras son títulos de deuda a corto plazo. Los intereses de los bonos del Estado, que se pueden amortizar a la cabeza de 2, 3 o 5 años, se pagan cada año. Las letras del Tesoro se amortizan antes –a los 3, 6, 12 o 18 meses– y tienen un valor nominal de 1.000 euros cada una. Las obligaciones del Estado son a largo plazo, a 10, 15 o 30 años.

5. Agencias de calificación. Los compradores normalmente no tienen ganas de ayudar a enjugar la deuda del estado, sino de hacer negocio y recuperar el dinero con el máximo interés. Por eso, cuando hay ofertas hacen preguntas, se lo miran, hacen morros, marchan, vuelven, miran gráficos, leen el diario, se cruzan rumores y se paran a escuchar los visionarios del futuro: las ya famosas agencias de calificación, Standard & Poor’s, Moody’s, Fitch. Son entidades privadas que este verano ya han sublevado Europa y, desde este sábado, los Estados Unidos, por la enorme influencia que tienen sobre los mercados.

6. Prima de riesgo. Los bonos tienen unos intereses más altos o más bajos según quién los vende. Los inversores tienen en cuenta la evolución de la bolsa. Los gráficos en verde dan prestigio y permiten pagar menos intereses a los inversores. No es el mismo el bono de un paradista malo, que nadie sabe si tendrá que cerrar la barraca, que el de un comerciante fiable que se ha ganado la fama de pagar trinco trinco. Y esto hace variar la prima de riesgo: el sobrecost de comprar deuda de un país poco fiable. Cuando se habla de la prima de riesgo española se comparan los buenos españoles con los alemanes, que son el referente porque Alemania se considera solvente. Si el buen alemán a 10 años se paga al 2% y el español al 6%, un simple resto nos dice que la prima de riesgo es del 4% o, dicho de otro modo, de 400 puntos. Esta semana la prima española ha superado los 400 puntos, en un récord histórico que ha sido una de los grandes zarandeos.